EL MISTERIOSO NIÑO DE OJOS RASGADOS CAPITULO XXII
EL MISTERIOSO NIÑO DE OJOS RASGADOS CAPITULO XXII María, no sabía qué hacer para cambiar su situación, estaba sin el apoyo de Carlos y sin querer contar el calvario que estaba pasando con su madre, desde la operación no era la misma, parecía reconocer todo su entorno, la Málaga que tanto había amado y qué ahora parecía no importarle, mejor dicho, no le importaba nada, la mirabas a los ojos, a esos ojos que siempre habían trasmitido dulzura y no encontrabas más que frialdad, una frialdad que te helaba la sangre y te producía un miedo infinito. Sí, sentía miedo de su madre, el amor que siempre le había demostrado se había convertido en odio, o eso parecía, la miraba con dureza y cuándo hablaba con ella procurando hacerlo con cariño como siempre lo hizo y con respeto, la respondía con frialdad y desprecio. ¿Cómo había cambiado tanto?; aquella persona no era su madre, se convirtió en algo diferente, no encontraba en ella nada de su anterior personalidad: ...