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Mostrando entradas de diciembre, 2018

Novela serializada: CORRUPCIÓN CRIMINAL (Cap.2)

CORRUPCIÓN  CRIMINAL CAPÍTULO  II Era un restaurante pequeño del centro de la ciudad donde se comía bien y donde normalmente lo hacían ejecutivos de mediana edad, que habían ganado un dinero que seguramente no esperaban; los precios eran altos, pero eso no les importaba. El lugar era de aquellos rincones un poco antiguos, donde se hacían negocios a golpe de talonario. Al fondo del restaurante en un rincón un poco apartado de miradas indiscretas, estaba sentado en una mesa,  un hombre de unos setenta años en actitud de espera. No esperó mucho rato, un hombre bastante más joven que él entró en el local y se dirigió hacia allí, después de tenderle la mano y mirar a un lado y al otro, se sentó frente al ocupante de la mesa; - ¿no habría sido mejor reunirnos en otro lugar?,- no se preocupe Martínez, no creo que aquí nadie le conozca; - espero que no se equivoque, me sería muy difícil dar explicaciones, dijo el más joven. - Señor García, ¿a qué tanta urgencia?. - Q

HÉROES DE BARRO

POESÍA HÉROES  DE  BARRO Caminamos todos, por el sendero de la vida, encontramos: gestas, batallas, heridas. Luchamos sin tino contra el destino, sin importarnos nada, a quien herimos. Queremos: glorias, reconocimientos, dominios, pero no importa como lo conseguimos; este mundo al revés cansino, nos nubla la mente en desatino. Creemos: conseguido lo importante, nos ciega: la quimera deslumbrante de frases hechas, llevadas donde quieren, y sentimos conseguida la batalla, su fulgor nos ciega, y sus medallas. Salvamos: los muros derruidos, nos llamamos héroes reconocidos, pero de barro somos no hay destellos. Los verdaderos héroes, son anónimos.

Novela serializada: CORRUPCIÓN CRIMINAL (Cap.1)

CORRUPCIÓN  CRIMINAL CAPITULO  I     La autopista que llegaba a este punto de la ciudad se acomodaba a una carretera en la que su alquitranado dejaba mucho que desear y al final se convertía en un camino arenoso, por donde los coches de lujo llegaban a aquel lugar en donde las grandes mansiones particulares, diseminadas por toda aquella colina y casi ocultas por la arboleda que las rodeaba, demostraban el nivel de vida de los que allí vivían. Los árboles no estorbaban para divisar, la gran estructura de su arquitectura lujosa en aquel paraje, conservando en parte la naturaleza del paisaje que bordeaba la bahía. La mayor parte de estas casas contravenían por su construcción moderna lo que querían salvaguardar y daban la sensación de un cuadro, en un paisaje impresionista, cuyo colorido lo convertía en un colas y sus destellos cegaban la vista. Era esa amalgama la que quizás quería demostrar, o tal vez ocultar, las grandes fortunas y los negocios de hombres y