EL MISTERIOSO NIÑO DE OJOS RASGADOS - CAPITULO - XXVII -
EL MISTERIOSO NIÑO DE OJOS RASGADOS CAPÍTULO XXVII Don Eufrasio, discutía con uno de los socios importantes de OSEIA y le decía: creí poder controlar la situación de un modo menos violento pero me equivoque, las consideraciones iniciales suelen ser muy apropiadas cuando vienen de personas inteligentes como usted; me convenció con su argumento que resultó carecer de fundamento, me autoconvencí de que podía ser la solución si obligaba a los responsables de la situación a marcharse era preferible para evitar el caos desarticular en parte OSEIA y así suprimir a los corruptos. Me pareció bien al principio pero ya no me parece tan factible, cuanto más tiempo permanezcamos firmes más seguro será nuestro control y la base de lo que juzguemos adecuado en cada momento. Se está pensando cambiar el nombre de la asociación para desligarse de este contratiempo y de otros problemas que ciertos