OPPENHEIMER - EL PADRE DE LA BOMBA ATÓMICA
OPPENHEIMER - EL PADRE DE LA BOMBA ATÓMICA
El domingo por la tarde estuve viendo una película, interesante, maravillosa, basada en la vida y en el recorrido desde los comienzos en sus estudios de la física cuántica por parte de Oppenheimer. Opinaba que, el miedo a la cuantificación supone limitar las perspectivas para cambiar el Mundo.
La fisión nuclear se cree concebida en los años 1933 por el físico húngaro emigrado a Londres Leo Szilard; pensó qué sucedería, si se lanzará un neutrón contra la carga eléctrica de un núcleo de protones: lo repelerían, o chocaría contra éste. Szilard emigró a Estados Unidos y convenció a Albert Einstein para que escribiese una carta al presidente Roosevelt pidiéndole construyese la bomba atómica, bastante antes que Oppenheimer, pero no lo consiguió.
Oppenheimer, sin embargo, desempeñó un papel importante en la primera reacción en cadena del uranio realizada en 1942 en Chicago, y de ahí su descubrimiento, hasta que lo consiguió para los Estados Unidos.
La razón nos dice que, la naturaleza es mucho más ingeniosa que nosotros los humanos.
La materia oculta del universo constituye más del 90% y no la conocemos todavía.
La distancia entre las galaxias está cuantizada a millones de años luz unas de otras, a partir de los datos del telescopio espacial Hubble.
Los seres humanos prosperamos y evolucionamos en gran parte, gracias a los científicos; hemos enviado naves para conocer otros mundos, a nuestro satélite Luna, y a planetas como Venus, Marte, Júpiter.
Los descubrimientos más importantes, suelen ser siempre inesperados y nos plantean enigmas fundamentales, cómo la posible vida pasada o presente en la Tierra.
La astrofísica moderna quizá nos pueda revelar fundamentos sobre el origen, la naturaleza, y el destino del universo; éste se expande y las galaxias se alejan unas de otras, no hay suficiente materia oscura para retenerlo, pero solo ahora tenemos expectativas a encontrar respuestas a través de observaciones comprobables en la astronomía moderna que, ni siquiera, podemos predecir.
Parece probable según estudios científicos que en una cuantas décadas sepamos si cercanos a nuestra Vía Láctea existen sistemas planetarios dónde como aquí en la Tierra, haya océanos de agua y atmósfera de oxigeno, para la vida, en esos posibles mundos.
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