EL ÓRDEN DE LAS COSAS EL SENTIDO DE LAS PALABRAS

 

EL ORDÉN DE LAS COSAS, EL SENTIDO DE LAS PALABRAS

Se está cambiando el ordén natural de la cosas, el sentir de la vida, el sentido de las palabras…. La mentira, se ha convertido en verdad, y, la verdad, en mentira. Que sentido tiene, yo no lo encuentro. Recuerdo las palabras de mis padres: “las mentiras tienen las patas muy cortas”, esa frase la conocemos bien todos los de mi generación, y aunque parezca una frase humilde, sencilla, tiene una importancia importantísima, sobre todo, en la educación en la familia desde la niñez; esa simplicidad de las palabras: mentira, respeto, solidaridad, empatía con los demás, con el diferente, se empieza, en la niñez, y se sigue en la adolescencia. Y digo lo del orden natural, porque ahora se les enseña ya desde pequeños, que tienen que ser los más guapos, los más listos, los que más destaquen, no por lo que sepan, por lo que aprendan, por lo que estudien, sino por lo que aparenten, y me temo que esa educación se esté dando también en los colegios, sobre todo en los privados, donde los que pueden, y muchos que no pueden, mandan a sus hijos, buscando esas teorías, a mi parecer erroneas, equivocadas, lo demuestran los casos de acoso y falta de empatía hacia los demás.

No sólo, en la educación privada se da esta situación, también en la concertada y aunque mucho menos, en la pública, ya que aquí ahora mismo, se encuentran menores de diferentes nacionalidades y diferente estatus familiar y eso hace que, estos argumentos sean diferentes.

Las redes sociales, los medios de comunicación, son también responsables de lo que está pasando: las mismas imágenes, las mismas noticias, las mismas palabras gruesas, mentirosas, da igual el tema que toquen: cambian la historia como les interesa, no les importa que el relato no sea el verdadero, que los que la hemos vivido, la recordemos tal cual fue, lo importante para los que la relatan diferente, es que se la crean y, a algunos, que deben haber perdido la memoria, porque los jóvenes y no tan jóvenes se condicionan facilmente.

El ejemplo de lo que está pasando en este País, son las manifestaciones, si es que se pueden llamar así, con las provocaciones por radicales: desinformados, entrenados y utilizados, en este caso por la extrema derecha, que ahora y después de años en silencio, larvada, pero no aniquilada, estaban esperando su oportunidad, conseguida, gracias a ciertos políticos de la derecha, (reductos de una época pasada), a quién nunca les interesó la Democracia y que llevan años jugando con esta y otras palabras como: Constitución, Nación, Legalidad, Derechos…, cómo y cúando les interesa.

La gente tenemos derecho a manifestarnos, a opinar diferente, no somos marionetas, pero gracias a la Democracia podemos hacerlo, o es qué no lo están haciendo en su caso, aunque a esto yo no lo llamaría manifestación, sino grupos incendiarios de odio, seguramente, pagados, por los que se ocultan, por su poder profesional, empresarial y político, los verdaderos responsables, y los que mueven a esos grupos y a muchos de los que seguro conocemos.

Yo creía por mi edad, que los primeros tiempos de la Democracia, habían pasado, cúando todavía convulsos, nuestro silencio no nos atrevíamos a romper y a manifestar de ilusión por la legalidad y las votaciones en las urnas cada cuatro años, (Democracia), que nos daban este derecho, sobre todo a las mujeres, reprimidas en sus vidas, y enclausuradas en un matrimonio y, en una vida social y cultural, que aunque con estudios, no se podía llevar a cabo. Y me da miedo lo que ya estoy observando durante unos años y que a ciertos poderes interesa.

Nuestro País, es precisamente rico: en lenguas, en cultura, en tradiciones, en historia, en formas de ser, de pensar, incluso de querer; rico: en agricultura, en pesca, y en tantos otros productos que hacen también cada comunidad diferente, cada pueblo con su naturalidad, con su forma de hablar y de ser; esa es la riqueza de nuestro País, siempre también solidario, con otros pueblos, con otras gentes, primero en receptor de órganos y acogedor. Que nos está pasando. Que estamos perdiendo. No nos damos cuenta. El Mundo está lleno de guerras, de conflictos, de hambre, de muerte. De más ricos, pero a la vez, y sin comprenderlo, más pobres.

A pesar de mis conclusiones, soy mujer optimista por naturaleza; mi educación, mi formación en mi familia y en la vida, me ha demostrado que la fortaleza en valores, en sentimientos, en mentalidad positiva, hacen que, el ser humano, logre afrontar todos los sinsabores de los años que hay que afrontar, por lo tanto, el resguardar esos valores, con diálogos, con palabras y con hechos, debemos, es a mi modo de hacer, de ver, de sentir, y resolver; la violencia, suele acarrear más violencia, sino, los hechos que se estan viviendo cada vez, pueden ser más graves, y nunca se sabe, a donde nos pueden llevar.

Salvar la Sanidad y la Educación, es salvar la Democracia.