UN NUEVO DESPERTAR

 

UN NUEVO DESPERTAR

Por la mañana nos levantamos y hacemos lo que podemos, las horas pasadas, los días pasados, los años pasados, nos acompañan, parece, que no importan, quizá por eso los añoramos, pero, cada día es nuevo, cada mínuto es vida nueva, a veces incurrimos en la capacidad de soñar en lo anterior sin darnos cuenta que, el momento, es un nuevo momento y hay que dar gracias por vivirlo, por gozarlo, es el presente, todavía estamos en él; el futuro, es futuro, no sabemos dónde y cúando nos espera, ni siquiera que el presente, puede ser futuro, pero también final. Ese es el misterio de la vida, el misterio de vivir, o de morir, de seguir el camino de un futuro incierto: feliz o infeliz, en esa rueca del destino de tejer esperanzas, de vivir, de existir, de madurar. Creemos que lo anterior, es ser nosotros, que somos ese ser con nombres y apellidos; cuando busco en mi mente y recuerdo lo vivido me pregunto muchas veces: y si hubiese sido un sueño, ha pasado todo tan rápido, que bien pudiera ser.

Cuando lees una novela, vives la historia y, pasados unos días la terminas llegas al final, y ya está, todo ha terminado, y piensas en tu historia como en una novela, lo único que no puedes predecir es el final. Se cumpliran tus sueños, o pasarás igual que en tantas otras historias en un desapercibido anonimato.

Como tantas y tantas noches como esta, mis ojos se cierran ante la lectura de un nuevo libro; lo dejo suave y lentamente al lado de mis verdaderos ojos de cristal de aumento, inmersa en ese sueño reparador que te envuelve, antes, de un nuevo desperar.