LA UNIÓN GARAMENDI

Según las palabras del señor Garamendi ante los micrófonos de la televisión, “los españoles tenemos que estar unidos”; me llama la atención que sea precisamente el, quién nos lo pida.

Vamos a ver, señor Garamendi, ¿en qué tenemos que estar unidos los españoles?; si este verano han estado los hoteles al casi 100% ocupados en su totalidad en todos los sitios turísticos, incluidos bares y restaurantes, y dicen que, no han ganado dinero, no lo creo, no es creíble, ahí están las cifras de las subidas de precios de los grandes y también de los pequeños hoteleros, por cierto, los precios empezaron a subir mucho antes que les llegaran las facturas de la luz, por otro lado tan recurrentes.

¿En qué debemos estar unidos?, debe explicarlo: no es partidario de subir los salarios, ni el salario mínimo, ni las pensiones, nada en general que beneficie al bien común. ¿No es una incongruencia por su parte si debemos como dice, estar unidos?, ¿en qué sentido pide esa unión, en el de apretarnos tanto el cinturón que, nuestra cintura se parta por la mitad, que nos desmayemos por inanición?; ¿es ésta la fórmula que propone, para estar unidos, o que nos helemos de frío ahora cara al invierno?; por qué si ustedes los grandes demócratas empresariales, de los grandes bancos, las grandes empresas: eléctricas, gasísticas, petrolíferas…,supermercados…, nos suben las facturas y los precios, hasta el punto ya descrito, y con la escusa también de la guerra de Ucrania, no nos demuestra en absoluto esa unión españolista de la que habla, porque ustedes no cumplen con esa unión, ni con su solidaridad, ni con su empatía; no nos tomen por memos. Aunque gastemos menos, comprando menos en nuestro mantenimiento de las familias, menos en calefacción, incluso en medicamentos, (porque muchos hay que pagarlos ya que la sanidad en la mayoría está privatizada), aunque gastemos el mínimo en todo, los precios han subido de un 40% a un 50% más, lo que significa que las empresas sean las que sean, han ganado ese % más, por eso, no les afecta en absoluto, al contrario, subir los precios garantiza más ganancias vendiendo menos, y si bajan los impuestos, también, perjudicando gravemente: la sanidad, la educación, los servicios sociales…, y favoreciendo con ello la privatización y ya sabemos lo que esto significa.

Señor Garamendi, no juegue con nosotros los españoles, la prepotencia del fuerte, queriendo tener bajo su zapato al que cree débil, puede volverse contra él, no se puede hablar a un necio prepotente con palabras que es incapaz de apreciar, o comprender, (cómo decía aquél), “no se pueden dar margaritas a los cerdos”, no las apreciarían.