EL MISTERIOSO NIÑO DE OJOS RASGADOS - CAPITULO - XXVII -
EL MISTERIOSO NIÑO DE OJOS RASGADOS CAPÍTULO XXVII Don Eufrasio, discutía con uno de los socios importantes de OSEIA y le decía: creí poder controlar la situación de un modo menos violento pero me equivoque, las consideraciones iniciales suelen ser muy apropiadas cuando vienen de personas inteligentes como usted; me convenció con su argumento que resultó carecer de fundamento, me auto...