¿DÓNDE ESTÁN LOS POBRES?

Nunca  pensé, cuándo  empecé a publicar en  mi blog, qué  a mis años, la manera  de  luchar contra las desigualdades y las injusticias, se acrecentaría con las situaciones a las que estamos llegando, después de una pandemia y una guerra injusta y cruenta por la invasión de Rusia a Ucrania, en la que nosotros, espectadores anónimos, solo podemos sufrir por los ucranianos, y suplir con toda nuestra solidaridad y nuestra empatía, y acogerlos, como a personas que sufren en sus carnes esta sinrazón.

Pero tan poco quiero, ni puedo obviar, otra sinrazón, a la que también hemos llegado en la Comunidad de Madrid, con las declaraciones de la señora Presidenta, del señor Osorio, y de sus consejeros, preguntándose: ¿dónde están los pobres?. Claro, ella y ellos, no los ven, no los sienten, pero estamos, estamos, la mayoría, los qué podemos, en nuestras casas, muchas de ellas de alquiler, que aquí en Madrid, puede llegar a casi un ochenta por ciento de las pensiones y de los sueldos; a esta situación, no se la llama pobreza, no nos ven, somo invisibles, pero estamos: estamos, con nuestra bata, con nuestra mantita, porque no se puede poner la calefacción, procurando cuidar la cesta de la compra al maximo, para poder llegar a fin de mes, y muchos, cuidando de los nietos, y ayudando a nuestras hijas e hijos en paro, como podemos, sacrificando en cierto modo nuestra salud, cuando por nuestra edad, solo deberíamos preocuparnos de nosotros mismos, ya hemos luchado suficientemente en esta vida; pero, naturalmente invisibles, como esas familias jóvenes con hijos, con sueldos de miseria, y trabajo temporal, sin vacaciones, sin días de descanso a la semana, sobre todo en hostelería, y en otros trabajos; pobreza invisible, la que no se ve. Tenemos televisiones, coches, salimos a pasear, a llevar a los niños al colegio, a comprar a los grandes supermercados, porque ya no hay tiendas de barrio, dejando lo que podemos gastar a los grandes empresarios, osea, invisibles. Por cierto, oí el otro día las declaraciones del dueño de Mercadona, “impresentable”, lo malo, es que vamos a comprar allí, indefensos, invisibles, todo esto no se ve.

Esperaba, que la señora Presidenta de la Comunidad más importante de España, porque en ella se encuentra su capital, Madrid, demostrara más educación en sus respuestas en la Asamblea,  y no presumiera tanto de honradez, “porque ya sabemos lo que hay” y que no dudara, tanto ella, como sus colaboradores, de las cifras de pobreza dadas por Cáritas, Cruz Roja y otras Organizaciones, que saben muy bien lo que dicen, sobre todo en pobreza infantil, cifras que se agravarán con la llegada de emigrantes por la injusta guerra de Putin. Me imagino, que ahí sí, los políticos, se harán fotografías y presumirán de empáticos acogedores, pero no nos engañemos, cuando todo esto pase, serán invisibles. 

 

En la seguridad desde sus grandes chalet, y sus grandes ventanales a sus piscinas y jardines privados, no hay pobreza que se pueda distinguir.

Así que, la rebeldía que me queda, la demuestro en mi blog, porque es la única manera de calmar mi conciencia, ya que no está en mi mano, hacer nada más.

Y como siempre: dar las gracias nuevamente, a las doctoras, doctores, educadoras y educadores, cuidadoras y cuidadores de la discapacidad, en la Sanidad Pública, como también: a las profesoras y profesores, a todos los dedicados a la enseñanza Pública, a todos ellos mi admiración, por su dedicación y su profesionalidad.