EL MISTERIOSO NIÑO DE OJOS RASGADOS - CAPITULO XVI -




EL MISTERIOSO NIÑO DE OJOS RASGADOS



CAPITULO  XVI




Por fin llegó la tarde de la merienda; cuándo Franchesca y Georges llegaron al chiringuito todo estaba dispuesto y casi todos estaban allí, solo faltaba la familia de Carmen; Sirio los vio enseguida y fue corriendo hacia ellos, abrazó a Franchesca largo rato y después a Georges mucho más comedido, no había dudas que era un niño entrañable pensó Franchesca, ella también le había tomado cariño; miró a Georges y los dos sonrieron.

Hola Sirio, me alegro que hayáis venido, y abrazaron también a Adrián y Daniel. -

- Claro, nos ha traído Carlos, nos dio mucha alegría lo de la fiesta, ¿verdad?, (mirando a Daniel y a Adrián), sí, sí, respondieron los dos, por supuesto. -

¿Les pareció bien a vuestros papás?, preguntó Franchesca. -

- Si, con Carlos nos dejan ir a todos sitios, es nuestro amigo, bueno y también vosotros. -

- Venid, vamos a saludar a todos, después de los saludos se sentaron en la gran mesa repleta de viandas, tortilla de patatas, espetus, queso, embutidos y toda clase de aperitivos, que disfrutaron, sobre todo los niños, contagiando con su alegría. En el momento de los postres, - Carlos llamó la atención de los presentes con unos golpecitos en el cristal de su copa: - os pido un momento de atención por favor, - tengo que daros una noticia, - María y yo, nos hemos prometido, - vamos a casarnos en breve y estáis todos invitados. -

- Felicidades gritaron todos. - Qué callado lo teníais dijo Raúl, ¿ese era el misterio?, algo así me figuraba, sabía que terminaríais juntos, vuestras miradas lo demostraban, pero os ha costado mucho decidiros. -

- Tienes razón, - dijo Carlos, no quería arrastrar a María a una vida de privaciones, ella se merecía alguien mejor qué yo, pero eso ha cambiado desde que conocí a Sirio, ( se acercó al niño y le abrazó), así que a él debo mi felicidad, María besó a Carlos y le dijo: - no hay mejor hombre en el mundo para mi que tú; - "todos aplaudieron".

Llegó la hora del baile y claro está, no podían faltar las sevillanas, que María, Carmen y Marta, se esforzaban en enseñar a Franchesca, y entre risas les decía: - esto no és precisamente lo mio.

Georges, aprovechó el momento para hablar con Carlos, le pidió dar un paseo por la playa. - Quiero hacerte unas preguntas, y comentar contigo las dudas qué tengo desde que nos contaste la historia de Sirio; quiero qué seas sincero, no quiero ponerte en un compromiso, si no quieres responder, no lo hagas, pero para mi es muy importante conocer la realidad de lo qué pasa con los niños que llegan a las playas.

Franchesca, sabe por María que eres un buen hombre y lo mismo pensamos nosotros y quiero que sepas que, lo que voy a contarte es un asunto grave, pero me fio de ti; soy agente de policía francés, me ha mandado la INTERPOL aquí a Málaga, para investigar la llegada de esos menores a las playas, no sólo pasa aquí en España también en el resto de Europa y puesto que tú, eres una de las personas implicadas por haber encontrado a Sirio, quizá tengas las respuestas que necesito; sé que te sentirás engañado, pero comprende, tenía que mantener el anonimato para poder llegar a la verdad, descubrir, qué hay detrás de todo esto. -

- No esperaba Georges esta revelación, nunca lo hubiera supuesto, pero tienes razón, aunque no hay una gran amistad entre nosotros, me siento un poco engañado, pero no tengo nada que esconder y contestaré a todas tus preguntas.-

- Gracias Carlos, no esperaba menos de ti, pero lo que hablemos tiene que ser confidencial, nadie debe  saberlo, el éxito de mi investigación depende de ello. -

- No te preocupes así será, lo qué no te prometo és, que no se lo cuente a María ella me conoce y adivinará que algo me preocupa.-

- Contaba con ello, no se deben tener secretos con tu pareja, yo no los tengo con Franchesca. -

- ¿Pero, Franchesca es periodista, o es otra tapadera?. -

- Todo lo demás es cierto, es periodista del periódico Legardé y está aquí para hacer ese reportaje. Somos pareja y hemos decidido venir y investigar para nuestros respectivos jefes aprovechando  nuestra luna de miel.-

- Hace unas semanas se celebro en Marsella una Convención muy reseñada por la prensa y a la que acudieron invitados muy importantes de muchos países, no sólo de Europa, representantes de la política, de la policía y grandes empresarios, así como periodistas; intervinieron renombrados científicos, en tecnología, biología, robótica, etc. y hay unos vídeos que muestran, las operaciones que se realizaron a una persona con alzéhimer y a un niño, con la implantación de un nanorobots y con éxito, por lo que la gente, lo comentaba cómo milagroso y causó gran revuelo; lo qué nos hace pensar, hasta dónde pueden llegar los experimentos, sobre todo en niños; de ahí que se investigue a ciertas personas y a ciertas organizaciones qué pueden estar detrás de todo, -

- Sabemos Carlos, qué tú jefe te ha propuesto que trabajes con la organización a la que el pertenece, - ¿le has contestado ya?. - y en ese caso. - ¿Puedes decirme cual ha sido tú respuesta?. -

Carlos, se sentía abrumado después de lo que le había contado Georges, y sabiendo ahora que era policía no creía que fuese conveniente decirle, qué él había visto esos vídeos, y lo qué se pretendía de esos niños que estaban bajo la tutela de personas de OSEIA; pero le contestó, - que iba a trabajar para esa organización, después de las explicaciones que David le había dado y le habían convencido. - De todas formas su trabajo consistía en la seguridad de la organización, David estaba contento con el que había realizado en su finca, lo comentó con don Doroteo y este le llamó para una reunión en Madrid y allí firmó el contrato, "qué confesó", nunca hubiera imaginado. -

- Sé, que, lo qué te voy a pedir te chocará, - ¿trabajarías para nosotros, cómo informador?. - Buscamos a una persona que desde dentro, pudiera investigar y trasmitirnos lo que hay, nos gustaría que fueras esa persona. -

- No se que decirte Georges, " me sentiría un traidor", - ten en cuenta que David me ha dado trabajo, muy bien remunerado por cierto y ahora con más motivo que lo haré para esa organización que según dices, estas investigando, no lo creo justo, además, no me veo como espía, (lo dijo sonriendo). -

- Bueno, de todas formas, piénsalo. -

- No tengo mucho qué pensar, en estos momentos la vida me sonríe y no creas ha sido fácil para mí, quiero casarme con María y no quisiera complicaciones en estos momentos. -

- Te comprendo perfectamente Carlos no hay nada más que hablar, solo te pido guardes el secreto y te deseo toda la felicidad que os merecéis María y tú en la etapa que vais a emprender juntos. -

Ya en el hotel Georges contó a Franchesca la conversación mantenida con Carlos; esperábamos esa respuesta y sobre todo, imagino el ventajoso contrato que le habrán propuesto, seguramente muy bien remunerado para comprar su silencio, por lo qué pudieran pedirle después. -

-  ¿Y qué piensas hacer Georgi?, contabas con esa baza. -

- No me preocupa Francis tengo todo bien encarrilado, hemos descubierto muchas cosas de esa organización y tenemos por donde tirar; Roberto, está investigando en los Servicios Sociales, a la psicóloga, puede qué se ponga nerviosa y nos de alguna pista más, esperaremos acontecimientos. -

- ¿Te fías de Carlos, después de decirle que eres policía mandado por la INTERPOL?. -

- Si, al contrario, me alegro de haberlo hecho, puede que le haga reflexionar y esté más pendiente de lo qué suceda, o de lo que le pidan que haga, algo qué él, no se espere. -

- ¿Qué te ha parecido la fiesta?, - yo he disfrutado muchísimo, - aunque no fui capaz de aprender ningún paso de sevillanas y eso que Carmen y María se esforzaron en enseñarme; te confieso, me dan un poco de envidia con esos vestidos que realzaban su belleza y con ese salero bailando, me he sentido desplazada. -

- ¿Cómo, qué sientes envidia, precisamente tú, la mujer más bella del mundo?.- Ven, vamos a bailar abrazaditos a la luz de la luna y déjate de sevillanas; sus cuerpos se unieron, mientras Georges tarareaba su canción preferida y se miraban intensamente a los ojos; la luna, jugueteaba con las nubes imitándoles y siguiendo el compás, en aquel cielo malagueño cuajado de estrellas.



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Carlos, se ausentó por unos días, viajó a Madrid, para poner en marcha la seguridad de todo el complejo y las oficinas, con los más sofisticados equipos tecnológicos, además de nuevos programas encriptádos difíciles de manipular y copiar de los ordenadores, valiéndose de robots que daban si esto ocurría la señal de alarma.

Su viaje a Marsella le resultó más placentero por el hecho que nunca había salido de España; llevaba varios días allí realizando su trabajo, cuándo don Doroteo le llamó a su despacho. - La secretaria le dijo que el jefe le esperaba. - Entró y a pesar de que ya le conocía, no pudo por menos que sentirse nervioso, imponía aquel hombre de poblada barba, de anchas espaldas y voz de tenor, qué tenía que modelar, para que no pareciera que gritaba; su sonrisa sin embargo, dulcificaba su rostro y le quitaba parte de ese respeto que imponía.

Se levantó del sillón de detrás de la mesa y le tendió la mano, - ¿qué tal Carlos?, se que llevas unos días aquí, - yo acabo de llegar de Japón. - Hemos estado allí organizando todo lo que os conté a David y a ti en la reunión que tuvimos en Madrid, "por cierto", sé que todo el personal está muy contento con tú trabajo, cómo verás estoy bien informado, no esperaba menos de tí; imagino qué aquí estarás haciendo lo mismo; - ¿has encontrado algún problema, por el idioma o por alguna otra razón?. 

- No don Doroteo, tenía nociones de francés y he procurado estudiar estos días ya que sabía tenía que venir, aunque mis compañeros me están ayudando mucho,  tengo dificultad con algunas palabras, pero el equipo que hemos formado nos entendemos bien, espero qué el resultado sea cómo en Madrid. - Nos falta lo más importante, la informática, pero con los robots de alta generación, lo solucionaremos sin problemas. -

- Quiero que un día me expliques tus proyectos para llevarlos a cabo allí en Japón antes de que tengamos la reunión de las familias, quizá tengas que viajar a la isla para conocer aquello y ver cómo puedes realizar allí  tu trabajo. -

- ¿Cuándo piensa qué puede ser el viaje?. - ¿Lo tiene ya decidido?. - Tengo asuntos personales que resolver y me gustaría poder compatibilizar las dos cosas. -

 - ¿Puedo saber cuales son esos asuntos? si no es indiscreción. -

- Por supuesto don Doroteo, voy a casarme, estoy buscando casa y planeando la boda, quisiéramos que fuera en dos o tres meses, por eso mi pregunta. -

- No creo que haya ningún problema podrás planificarlo, aunque seguramente el viaje si todo sale como la organización tiene previsto, se hará en un mes, o mes y medio, pero lo tendríamos en cuenta y lo resolveríamos; ¿cuándo crees qué terminarás aquí?. -
 
- Ya está casi todo hecho, yo creo que menos de una semana si todo funciona perfecto, en Madrid no hubo problemas y aquí no tiene por qué haberlos. -

- Carlos, de aquello qué me contó David sobre la periodista francesa y el reportaje qué está haciendo para su periódico, ¿han vuelto a hacer preguntas sobre Sirio, Adrián, o Daniel?, ¿se ha interesado la policía por el tema?, no me gusta que estén preguntando tanto, - ¿qué me dices?. -

- No, a mi no me han vuelto a preguntar y desde luego a Sirio tan poco, ni a Adrián, ni a Daniel. -

- Mejor así, la prensa a veces se mete en lo que no le importa a ver si sacan algún escándalo. -

- Bueno, entonces sigue con tú trabajo, ya te llamaré para concretar algunas cosas, yo tengo que volver a salir de viaje, así que ya nos veremos. -

- Carlos estaba deseando salir del despacho, casi le tiemblan las piernas cuando le preguntó por la periodista, pensó qué si le miraba a los ojos notaría que le estaba mintiendo; si él supiera qué lo está investigando la INTERPOL, ¿cómo reaccionaría?, ¿y a él cómo le afectaría, al fin y al cabo, ahora trabajaba para ellos?, y de repente pensó en Leyla, ¿y a ella, qué le pasaría, no sabía hasta dónde estaría involucrada?, estaba preocupado, pero ahora no podía dejar el trabajo, todos sus planes se vendrían abajo, y ¿la boda con María?, no, ahora que le iban bien las cosas tenía que seguir, el sólo se ocupaba de la seguridad, no intervenía en ningún proyecto de la organización, ni en materia económica, ¿de qué podrían acusarle entonces?, procuro tranquilizarse y no pensar en ello.

Salio del edificio y paseó por la ancha calle llena de escaparates de grandes tiendas, pero ni se daba cuenta; estaba en Francia, en otro país que no era el suyo, en Marsella, otra ciudad que no era la suya, pero le daba igual, solo quería que le diera el aire, despejar su cabeza qué de pronto, se había convertido en una maraña de ideas, atrapándolo con preguntas qué no sabía, o no quería responder.

Llegó al hotel, llamó a la secretaria de don Doroteo alegando, se sentía indispuesto, que iría al día siguiente; se dio una ducha para despejarse y tranquilizarse, no podía llamar así a María, se daría cuenta en seguida que, no estaba bien y no debía dar explicaciones.

Terminó su trabajo en Marsella y regresó a Málaga, habían sido unos días intensos, estaba deseando abrazar a María y a Sirio, les echaba tanto de menos, eran para él su felicidad y sentía que, también su responsabilidad, quién le iba a decir hacía unos meses, que deseaba tanto tener una familia, cuando pensaba que su vida siempre sería trabajar en el chiringuito de Raúl y vivir en esa casa patera el resto de sus días; por fortuna no sería así, tendría una casa propia, se casaría con María y tendrían hijos, suyos, de los dos, su sueldo le permitiría vivir desahogadamente y Sirio formaría parte también de su sueño.

Llamó a María y quedaron en verse, no podía reprimir su deseo de abrazarla, cogió el coche y se presentó en el chiringuito, la vio atendiendo una mesa y se aproximó, esperó que hiciera su trabajo y cuando iba a entrar en el local, rozó su mano, lo que hizo que casi se le cayera la bandeja, entonces le miró y sus ojos y su sonrisa demostraron lo que sentía, dejó la bandeja en la barra le cogió de la mano y pasaron a la trastienda, lejos de las miradas, de Raúl y Marta, fundiéndose en un largo y cariñoso abrazo.

Le contó su viaje y lo que su jefe le dijo, seguramente tendría que viajar a Japón para estudiar en aquel lugar cómo desarrollar su proyecto.

María le miró desalentada, ¿no me digas qué tienes que volver a marcharte?, hay que hacer muchas cosas, lo primero buscar una casa, ya que no quieres vivir en la de mi madre y preparar todo lo de la boda. -

Si, lo sé, lo he hablado con don Doroteo y me ha dicho que no habrá problema; no te preocupes, lo solucionaré y respecto a la casa, comprende que ahora nos lo podemos permitir y precisamente quiero un lugar dónde ella se pueda sentir más cómoda y tendrá una persona que la atienda constantemente, para eso es el dinero, para tener una vida mejor y me gustaría que dejaras tú trabajo, no lo vas a necesitar, quiero estés cómo lo qué eres para mi, ¡una reina ! y la besó dulcemente. -

Ella le miró a los ojos y con una sonrisa, le dijo: - eso ya lo hemos hablado y sabes lo que pienso, llevo trabajando con Raúl muchos años y aunque es un trabajo un poco esclavo, me gusta lo que hago; puedo llegar con él a un acuerdo de no trabajar tantas horas, pero al menos por ahora, nada más; cuándo tengamos niños, ya veremos. -

Bueno, si así lo quieres así será, siempre tendré en cuenta tus opiniones y el trabajo de cada uno, será, de cada uno, de acuerdo. - De acuerdo cariño y sellaron su pacto con un apretón de manos; (los dos rompieron a reír).

María he pensado llamar a Leyla para decirla que me caso, creo qué debo hacerlo personalmente antes de que llegue a sus oídos, si es que no lo sabe ya por David, se ha portado muy bien con Sirio, e incluso conmigo y le estoy agradecido. -

Si debes hacerlo, creo qué tú le gustas y no está bien que se entere por otros. -

Cuando piensas qué puedo pasar por tú casa a ver a tú madre. ¿Se acordará de mí?, ¿le has hablado de nuestra boda?. -

Sí, el otro día que parecía estaba más centrada, me senté junto a ella y le dije: mamá tengo novio, se llama Carlos y no vamos a casar; me miró como extrañada, me cogió la mano y sonrío, me emocioné y me puse a llorar como una boba, pero al momento volvió a su ensimismamiento de siempre y me quedé descorazonada. A veces pienso que se entera de lo qué le digo procuro hablarle y contarle cosas divertidas a ver si reacciona, sonríe, pero sigue en su mutismo; aunque vayas a verla no creo que reaccione de ninguna manera. -

Aun así, debo de verla y pedirle tú mano, es mi deseo y mi compromiso, ojalá tuviera ese día la lucidez para darse cuenta cuanto amo a su hija. -

María le miró emocionada y le dijo: que bueno eres y cuanto te quiero, y lo corroboró con un largo y cálido beso.

Hay algo que ronda por mi cabeza y qué no se como explicarte, se refiere a tú madre; el otro día vi unos videos que don Doroteo le dijo a David me enseñara, que ya qué iba a trabajar para la organización debía estar al tanto de los proyectos que se llevaban a cabo, tanto en el campo de la ciencia y la medicina, como en la experimentación en la formación intelectual y de comportamiento de los niños que estaban bajo su tutela. -

Esa organización debe ser muy importante no me has hablado mucho de ella, pero me estás intrigando, ¿cuales son esos proyectos y esos videos a los que te refieres y qué tienen que ver con mi madre. -

Te lo explicaré para que lo entiendas, aunque no creas, yo no lo entiendo todavía; el viaje que David hizo a Marsella fue para asistir a una convención importante de la organización en la que ahora trabajo, llamada OSEIA; quería mostrar al mundo los avances que habían logrado en medicina, sobre todo en intervenciones quirúrgicas, para terminar con el alzheímer, y en otro de los videos, lograban que un niño que había nacido sin parte de su cerebro, reconstruirlo y recuperar sus órganos sensoriales y con ellos la vida que hubiera sido muy limitada. -

¿Y qué quieres decir, con lo de terminar con el alzheímer con una intervención quirúrgica?. -

Con la implantación de un nanorobots en una parte imperceptible del cerebro de la persona con alzheímer, recupera su memoria, los afectos y con ello toda su vida pasada. -

¡Pero eso Carlos, es imposible, sería ciencia ficción!. -

Eso mismo pensé yo al principio, pero en el video se demuestra que la persona se recupera del todo, y desde ese momento, no hago más que pensar en ella por si fuera posible realizarle esa operación, claro que sería muy costosa y nosotros no sé, si podríamos ahorrar el dinero en poco tiempo. -

Sería maravilloso Carlos, ¿te imaginas si mi madre se recuperara y pudiera asistir a nuestra boda?, sería la mujer más feliz del mundo. -

Por eso no quería contártelo, para no darte falsas esperanzas, pero no podía ocultártelo por más tiempo, me quemaba en la garganta. -

Y ahora que lo sé, ¿qué piensas hacer?, crees qué habría alguna forma de lograrlo. -

Estoy dándole vueltas y he pensado hablar con David a ver qué opina si a través de la organización pudiera llevarse acabo. -

¿Y cuándo se lo dirás?. -

Si puedo mañana mismo, pero te pido no te hagas demasiadas ilusiones, ten en cuenta que habría que viajar seguramente a Japón y ya solamente el viaje saldría por un ojo de la cara, sin contar los gastos de una operación complicada; aunque no pierdas la esperanza, las cosas nos están saliendo bien, nunca se sabe. -

Carlos sería maravilloso, esta noche rezaré a todos los santos, seguro que pasaré la noche en blanco; tendríamos que retrasar la boda, pero no me importaría, si mi madre fuese la misma de siempre y no sufriera más. -

Cuando dejó a María pensó que había sido un imprudente no hubiera tenido que decirla nada hasta haber hablado con David, quizá le pondría en un compromiso al pedirle que intercediera ante don Doroteo, ¿cómo se lo tomarían, qué le responderían?; no lo sabía, pero todo estaba saliendo tan bien, que no perdía la esperanza y María sería tan feliz, por la tarde hablaría con su jefe. -

Tenía que resolver otro problema, no lo podía aplazar por más tiempo, hablar con Leyla, cogió el móvil y la llamo, su voz sonó dulce y amable como siempre. - Hola Carlos, no esperaba tú llamada se que estás muy ocupado con el nuevo trabajo, ¿cuándo nos vemos?, tienes que contarme muchas cosas. -

Ese es el motivo de mi llamada, ¿puedes escaparte un rato, para tomar un café?. -

Si, tengo una mañana bastante tranquila, cosa inusual por cierto, así que, ¿dónde quedamos?. -

Pues si te parece, en la cafetería de siempre dentro de media hora.

De acuerdo, allí estaré. -

La vio de lejos, Leyla era una mujer inconfundible por su belleza, no podía reprimir en su interior la misma sensación de admiración del primer día, causaba esa sensación por su forma reposada al hablar y su simpatía arrolladora. Esperó que llegase, y ambos se saludaron con un beso en ambas mejillas y una sonrisa de oreja a oreja.

Se sentaron en una mesa, pidieron la consumición y Leyla le miró largamente a los ojos lo que hizo que Carlos se sintiera vulnerable, como si ella se hubiera dado cuenta de su titubeo, sonrío y le preguntó por su trabajo en Madrid y Marsella y por lo que le había parecido don Doroteo, aquel corpulento y barbudo hombre de negocios, que a primera vista causaba temor; cuando lo comentaron ambos se echaron a reír, pero tuvieron también que admitir, que era muy correcto en el trato y muy educado en sus modales.

Me ofreció un contrato que no podía rechazar, y que me hiciera cargo de la seguridad de las sedes de la organización, sin dejar lo que estaba haciendo la seguridad en la casa de David y su familia. Le contó también que tendría que desplazarse a Japón, para allí sobre la marcha, estudiar y realizar su proyecto; don Doroteo quería que todo estuviese dispuesto para la reunión de las familias que sería en breve.

¿Qué crees Carlos qué pretenden con esa reunión y en qué consistirá, sabes algo?. -

No Leyla, se lo mismo qué tú; si hizo un comentario, quería ver el comportamiento de los chicos y chicas tutelados de la organización y su nivel intelectual y le preocupaba la seguridad del recinto; así que tengo que ponerme las pilas, no puedo defraudarle.

¿Te ha pedido a ti, algún tipo de ayuda cómo psicóloga?, ¿cuál es tu papel en OSEIA, además de buscar a los menores una familia de acogida?, ¿no realizas ningún otro trabajo para ellos?. -

Hasta ahora no, solo mi colaboración en ese sentido y un seguimiento durante las primeras semanas por si surgía algún problema con los menores en esas familias. -

Quizá ahora te pidan alguna clase de ayuda por tu profesión, necesitaran algún psicólogo para esa reunión de las familias y que tanta importancia parece tener para ellos. -

No lo sé, David no me han comunicado nada. Carlos una pregunta, ¿te ha vuelto a molestar la policía?, te lo digo, porque a mi, vino el otro día un guardia civil de paisano, o así dijo él, haciéndome preguntas sobre mi trabajo, y aunque le quitó importancia diciéndome que eran preguntas rutinarias, no me quedé muy tranquila; no puedo evitar hacerme preguntas sobre la organización para la que trabajamos, a veces se las hago a David, creo qué él, si debe estar al tanto de todo, pero me dice, no estoy cometiendo ninguna irregularidad y que las adopciones, al ser menores sin familia, son legales, y también le quita importancia; pero tengo dudas y quiero dejarlo. -

No te preocupes, si David te dice que estés tranquila, no tienes por qué dudar. -

Es mucha coincidencia Carlos que una periodista francesa esté interesada en la historia de esos niños, y la Guardia Civil, esté haciendo preguntas. -

En todo caso solo estás haciendo tu trabajo en la Comunidad de Málaga, yo que tú, no le daría más importancia. Verás Leyla, te he llamado para comunicarte que me caso, me caso con María mi compañera de trabajo, nunca he querido comprometerme por mi situación económica, mi sueldo no me permitía ni siquiera alquilar una vivienda y no podía, ni quería, arrastrar a nadie conmigo sin una estabilidad que nos permitiera vivir decentemente y tener una familia. Quería contártelo antes de que llegara a tus oídos por otras personas, creo que tenemos afinidad en muchas cosas, me caes muy bien, pero mis sentimientos hacia María son los de crear una familia y ahora, puedo hacerlo; espero que comprendas que mi amistad por ti seguirá siendo la misma, no quisiera que hubieras confundido esa sintonía que compartimos con otra clase de sentimientos, si te soy sincero mi amor por María no lo quise ver, pero estaba ahí desde hacía mucho tiempo.

No tienes que darme explicaciones, el amor llega cuándo menos te lo esperas, deseo que seas muy feliz y seguiremos compartiendo al menos por mi parte esa amistad, solo espero que me invites a la boda.

Lo haré, lo haré, no te preocupes y gracias por tú amistad. -

Carlos se marchó un poco preocupado, le quitó importancia a las preguntas qué le hizo a Leyla la Guardia Civil, y en cierto modo la mintió para tranquilizarla, pero con las cosas que ya sabía, él también debería andar con cuidado; borró de su mente esos pensamientos, ahora era feliz y esa felicidad, no se la iba a quitar nadie. -
 
Se había quitado un gran peso de encima al contarle a Leyla su boda con María, estuvo confuso con sus sentimientos por ella, y todavía lo estaba si quería ser sincero consigo mismo, seguía con esa sensación de admiración del primer día y cuando la miraba a esos ojos color miel que tanto le gustaban, su yo interior se sublevaba, sentía que traicionaba a María, sus sentimientos por ella eran sinceros, les unía una amistad de muchos años y también la admiraba por su fortaleza y por su bondad; aunque no tenía la belleza de Leyla, era muy bella por fuera y sobre todo por dentro, su amor por ella era real, no debería dudar tanto de si mismo.

Trató de quitarse esos pensamientos de la cabeza y pensar en contarle a David lo de su boda, ya se lo había dicho a don Doroteo, a Leyla y todos sus amigos lo sabían, incluso los niños se enteraron en la merienda así que no podía demorarlo más y tantear, si la operación de la madre de María sería posible, con su confesión de la visión del vídeo había creado en ella la ilusión de que su madre podría recuperarse, y al menos debía intentarlo.

Cuando llegó a la gran casa preguntó a Julián si estaba David; le contestó estaría en su despacho, a esa hora acostumbraba a repasar los asuntos del día antes de marchar a su oficina ubicada en Málaga.

Llamó a la puerta y David, contestó, adelante; buenos días David me gustaría hablar contigo unos minutos. - No dispongo de mucho tiempo, pero dime, ¿de qué se trata?. - Verás, vengo a decirte que me caso. - ¿Qué te casas?, no sabía qué tenias novia, y ¿cuándo es la boda?. - Todavía no tenemos fecha, aunque no quisiéramos alargarlo mucho, me caso con mi compañera de trabajo María, siempre he estado enamorado de ella, pero mi situación no me lo permitía, y no se lo dije, prefería seguir como amigos, pero ahora mi situación ha cambiado y me he decidido. - Claro, claro, comprendo, me alegro mucho por ti, bueno por los dos, pero ya sabes lo que dice el refrán,” el hombre no debe estar solo,” aunque es un dicho absurdo en la actualidad, yo creo en la familia ya lo sabes, por lo cual me alegro de tú decisión. -

David, hay algo más que quería hablar contigo, pero es un poco delicado. - Carlos me estás asustando, ¿Hay algún problema con el trabajo?. - No, no es nada de eso. La madre de María está enferma de Alzhéimer en fase terminal, la comenté lo que había visto en el vídeo, y la recuperación asombrosa de la persona con esa enfermedad y he creado en ella una expectativa en la curación de su madre qué no sé cómo paliar, aunque la comprendo yo también pensé en ello. ¿Habría alguna forma de qué le practicaran esa operación?, ¿la organización nos ayudaría?, ahora trabajo para ellos, ¿crees qué hay alguna posibilidad?, se que estoy pidiendo quizá un imposible, por eso quería comentarlo contigo. -

Pues no sé la verdad, nunca se nos había planteado ese problema, pero déjame que lo piense, a ver de qué manera se lo digo a don Doroteo, el me dirá si es posible, o no. -

Muchas gracias David por escucharme, sería un verdadero milagro y estaríamos agradecidos toda la vida. -

No quiero Carlos que, os hagáis demasiadas ilusiones, es una operación muy costosa y tendríais que desplazaros a Japón, pero déjame intentarlo. -

A pesar de que David le dijera que era difícil, no pudo evitar ilusionarse, y más, cuándo se lo contara a María.


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