Novela serializada: CORRUPCIÓN CRIMINAL (Cap.13)
CORRUPCIÓN CRIMINAL
CAPÍTULO XIII
Le
costaba un mundo pasarse por su despacho, ya no encontraría allí a
su secretaria, la ilusión de los últimos días de verla a diario,
le atormentaba; como había surgido esa ilusión así de repente, no
lo sabía, lo que si era cierto, el dolor que sentía y que nunca
antes había sentido; tenía que calmarse, que centrarse en lo que le
esperaba los días siguientes. Marga le habría dejado todo preparado
el día anterior a su muerte estaba seguro, se había quedado en el
despacho dando el último vistazo a los documentos que llevarían a
la Comisión.
Sin
pensarlo abrió la puerta, no quería mirar esa silla vacía, no
quería pensar que ya no estaba, se dirigió a su mesa, abrió el
ordenador y se cercioró que estaba todo lo que necesitaba, pero no
podía dejar de mirar la mesa de enfrente, apartó la mirada, buscó
su maletín y miró si los documentos originales estaban, habían
estado custodiados en la caja fuerte y era importante que no se
perdieran, cerró el maletín con llave, guardó el ordenador en la
funda y cogiendo ambos, salió del despacho no sin antes una última
mirada al sitio que tanto tiempo ocupó su secretaria y cuya muerte,
rompió su corazón.
Marchó
para su casa necesitaba el calor de los suyos, sosegar su
conciencia, sabía que después del último adios a Marga, partirían
para Boston y le dejarían solo, pensó, que había sido mucho el
sacrificio de tanta gente a la que quería, pero había que llegar
hasta el final.
Había
llegado el momento más penoso de su vida, despedir a su querida
Marga, tarde se dio cuenta de sus sentimientos, no pudo
demostrárselos, sintió una impotencia infinita, hacía rato que el
velero había salido de la bahía quería contemplar aquel mar que
tanto le atraía y paró el barco, las olas con suaves bandazos en la
cubierta, lo mecían, como si adivinaran los pensamientos de su
patrón y adormecieran su dolor; sus manos mantenían a duras penas,
la pequeña urna con las cenizas de Marga y pensó: como algo tan
pequeño podía contener algo tan grande. Las lagrimas nublaron sus
ojos, tenía que hacerlo; abrió con cuidado y levantó la urna, no
hizo falta nada más, el viento que soplaba del este, se encargó de
elevar, como envueltas en una nube, las cenizas de aquella mujer que
había pasado por la vida, sin cumplir sus sueños.
Francis
mantuvo el barco parado como si con ello pudiera parar el tiempo
y volver al pasado, pero la realidad estaba ahí y no podía hacer
nada para cambiarla; había que volver, la vida seguía, aunque le
costase aceptarlo.
-o-
Cuando
le vieron llegar notaron en su semblante lo que estaba sufriendo, se
acercaron a abrazarle, pero no le preguntaron nada, él les
correspondió y les agradeció interiormente que así lo hicieran,
no tenía ganas de explicaciones, por otra parte, ¿qué les diría?,
¿sus sentimientos hacia Marga?, mejor que no los supieran, no era
necesario que Elena sufriera, lo guardaría en su corazón; ahora
sería él, el que ocultara un secreto.
Oscar
y Claudia procuraban animarle hablando con entusiasmo de su viaje a
Boston y como iban a disfrutar hablando inglés, su padre procuraba
seguirles el juego y Elena se unió a ellos en la conversación,
disimulando, que a ella ese viaje, le hacía cada vez menos gracia,
les siguió la corriente y compartió su entusiasmo.
Francis
subió a la salita despacho con el pretesto de tener que preparar la
reunión del día siguiente, pero la verdad es que pasó el tiempo
mirando por la ventana: el jardín, un tramo del puerto y el agua de
la bahía; buscó con la vista su velero entre los barcos que se
divisaban, pero desde ese punto, no lo podía ver, estaba justo al
otro lado del espigón y recordó con tristeza, el último adios a
Marga.
Unos
golpes en la puerta le hicieron volver la cabeza, era Elena.
Cariñosa, le cogió del brazo y le dijo: -
Has
terminado ya cariño ha llegado Alex y le hemos pedido que se quede
a cenar, ¿te parece?. -
Claro
Elena por supuesto, vamos. -
Cuando
pasaron al salón Alex le preguntó. -
Señor
Rok, ¿la reunión de mañana se va a celebrar? . -
Naturalmente
Alex, con más motivo, quisieron lograr asesinando a Marga que no se
celebrara, pero precisamente la tendremos para que no se salgan con
la suya estoy seguro que ella estaría de acuerdo.
Alex
se calló no quiso llevarle la contraria, aunque en el fondo le
comprendía, era un hombre valiente, con todo lo que había pasado,
otro ya lo habría dejado, pero él se había comprometido y llegaría
hasta el final. -
Por
favor dijo Elena, hablemos de otra cosa; hay que pensar en el viaje,
tendremos que hacer compras, hacer las maletas, nos vamos para una
temporada y tenemos que pensar bien lo que hay que llevar. -
Nada
de compras no quiero que nadie sospeche, y nada de grandes maletas
con algún equipaje de mano será suficiente, ya haréis allí las
compras que necesitéis. Saldréis para el aeropuerto lo más tardar
pasado mañana, no quiero que estéis aquí durante las reuniones de
la Comisión.
Procuraron
que la velada fuera lo más agradable posible, hablaron de los
estudios de Claudia y Oscar y como se adaptarían en aquella ciudad;
a Claudia le hizo ilusión lo de las compras, poderlas hacer allí
seguro que serían más modernas y con otro estilo: cuando lo dijo,
todos se echaron a reír.
Cuando
estaban terminando de tomar el café sonó el teléfono, Francis lo
cogió y era María la hija de Philipe. -
Hola
María,¿ que tal estás?, ¿más animada?. -
Hola
Francis procuro pero no es fácil ya lo sabes; te llamo porque me he
enterado de lo de tu secretaria, ha tenido que ser muy duro para ti,
se que la apreciabas, llevaba años trabajando contigo, era una buena
secretaria y mejor persona por lo que cuentan; ¿como han podido
cometer ese crimen?, ¿sabe la policía quién ha sido?. -
No,
es otro misterio, la atacaron en su casa y no saben el motivo, pero
es el mismo por el que mataron a tu padre, la Comisión de
Investigación, está claro; pero la policía, no se, si por
presiones de alguien, o por incompetencia no lo creen así, para
ellos fue un crimen sexual. -
Francis
cuanto lo siento, ¿tampoco han descubierto nada sobre mi padre?,
¿ningún indicio?. -
No
te puedo decir nada nuevo- ¿recuerdas la última conversación que
tuviste con él, no te contaría alguna cosa que se nos haya pasado
por alto? . -
Me
contó lo de la Comisión, que por fin te había convencido y que
teníais una reunión Frank, Billi, tu y él en unos días porque
había surgido una complicación por parte de una persona y teníais
que hablar. -
¿No
te dijo quien era esa persona?. - No lo recuerdo. Si me comentó que
le habían llamado por teléfono con malos modos. -
¿Tienes
todavía el teléfono de tu padre?, quizá esa llamada nos daría
alguna pista, sería muy importante María, se que está todo
relacionado y si es la persona que creo, podríamos relacionarla con
los crímenes y tendríamos pruebas para que la policía se pusiera a
investigar más seriamente. ¿No lo tendrás tu ahí?. -
Puede
que si, lo guardé con las cosas que me entregó la policía cuelga,
ahora te llamo. -
Todos
estaban pendientes de la conversación y quedaron expectantes
esperando que sonara el teléfono, se hizo un silencio prolongado
hasta que el teléfono sonó de nuevo; Francis lo cogió
rápidamente. -
¿María
lo tienes?. -
Si,
estoy mirando a ver si localizo cuando me llamó a mi; la fecha
coincide, unos quince o dieciséis días antes de su muerte, hay
llamadas de todos vosotros y mensajes que le dejasteis, seguramente,
el mismo día de lo ocurrido. -
Tienes
que mirar unos días antes de tu llamada, haber si hay algún mensaje
de un tal señor Martínez.
No
hay ningún mensaje con ese nombre, pero ahora que lo mencionas me
dijo, que le llamó un exenador que estuvo con tu padre y con él en
el Senado. -
No
me digas más, García, es importante que guardes bien ese teléfono,
mañana irá Oscar a recogerlo a tu casa, quiero ver esas llamadas y
los números de teléfono de quien le llamó en esos días anteriores
a su muerte. -
De
acuerdo Francis se lo entregaré a Oscar y a ver si tenemos suerte,
un abrazo. -
Adios
María, para ti también en nombre de todos. -
Tengo
la esperanza de que el teléfono de Philipe nos de pistas
importantes. -
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