A LA TORTILLA DE PATATAS

Española, la llamaron.

Suaves manos, la crearon.

Grandes fuegos, la doraron.

Por su dorado color.

Por su sabroso sabor,

paladares suspiraron.

El Sol parece,

y la Luna,

delicada, cual ninguna,

tiene historia,

y noble cuna,

es baturra y es moruna,

legado de antepasados.

De colores la pintaron,

verdes, rojos, amarillos,

vestida cual primavera

ameniza los corrillos.

Conquistó al mundo entero,

con sus dones naturales,

por su gracia y su salero,

se olvidan todos los males.

Con mi guitarra quisiera

cantarte por soleares,

para que siempre supieras,

que conquistas paladares.

Nunca morirás serrana,

mientras unas suaves manos,

te sigan dorando en fuegos,

en las cocinas de España.