EL MEJILLÓN
Negro es como el carbón,
nacarada su envoltura,
casi da miedo “pardiez”,
más, al abrirlo,
¿que ves?,
su color anaranjado,
te deja todo prendado,
y piensas...¿no puede ser?,
que un caparazón tan fiero,
esconda todo un tesoro,
pues su carne comestible,
de sabor tan agradable,
te hace la boca agua,
y además condimentado,
si que estará sabroso,
con arroces,
relleno con verduritas,
o empanado, con jamoncito,
bechamel y pan rayado,
en tigre, se ha transformado;
también, con una salsita,
si es de escabeche, “bendita”,
y “rediez”,
si es “picantita”.
Acompaña aperitivos,
y a corrillos con amigos,
y con una cervecita,
que más podemos pedir.
A este modesto molusco,
se le puede atribuir,
medalla en nutrición,
pues pocos son como él,
regalo en de-gustación.
Comentarios
Publicar un comentario
Escribe un comentario